La Importancia de la Formación en Montaña

Actualizado el miércoles, 5 julio, 2023

La montaña es un lugar maravilloso pero también entraña peligros y puede resultar impredecible. Es por eso que la formación en montaña es crucial para garantizar la seguridad de los que la visitamos y para permitirnos disfrutar de ella al máximo.

Una buena formación en montaña puede marcar la diferencia entre salir ileso de un medio hostil o hacerlo con secuelas que quedarán presentes para toda la vida 😔. La montaña es un espacio peligroso, pero que se puede disfrutar con mucha intensidad y llevarnos vivencias que siempre perdurarán en nuestro recuerdo.

No obstante, para ello es importante saber cómo enfrentarse a este tipo de situaciones. Los conocimientos técnicos resultan clave en todo tipo de disciplinas, desde el alpinismo y la escalada a las vías ferratas hasta el trekking, el senderismo o el trailrunning.

¿Por qué es Importante la Formación en la Montaña?

Como ya te comentaba en la introducción cualquier entorno montañoso puede resultar peligroso por varios factores pero principalmente nos encontramos con dos tipos de peligros:

• Los peligros objetivos son los que tienen un origen natural derivados de la climatología (tormentas, viento, niebla…) y de la orografía del terreno (desprendimientos, aludes, grietas, secas…).
• Y los peligros subjetivos derivados del comportamiento del ser humano (imprudencias, desconocimientos técnicos, condición física inadecuada para la actividad..).

Gracias a la formación y a un periodo de aprendizaje acorde a las actividades que queramos desarollar podemos desarrollar habilidades y conocimientos específicos que nos permitan minimizar todos estos peligros que irremediablemente nos vamos a encontrar.

Pero además es fundamental que esta formación sea continua creando una educación sobre seguridad y gestión de riesgos que permita identificar los peligros que puedan surgir en cada caso. De esta manera estamos en condiciones de responder adecuadamente a situaciones de emergencia pero también vamos a ser más solventes en el plano de la prevención de accidentes.

¿Cómo corregir Malas Prácticas?

Una buena preparación en montaña implica estar en condiciones físicas y mentales para superar los desafíos que obliga este escenario, pero también aprender e interiorizar conocimientos técnicos suficientes.

A menudo muchos deportistas adquieren malos hábitos en el medio porque nadie les enseña cómo actuar de manera correcta, lo que puede suponer asumir muchos riesgos. El modo más eficaz de dejar atrás esas malas praxis es mediante una buena formación en montaña impartida por profesionales cualificados.

Y aquí es donde quiero incidir con este artículo ya que la cualificación es uno de los factores más importantes cuando hablamos de formación. En el entorno en el que jugamos adquieren un papel fundamental los guías de montaña siendo ellos la principal razón que me ha llevado escribir sobre el tema que estamos tratando.

Quiero que adquieran protagonismo y que sean ellos los que nos hablen en primera persona sobre la importancia de la formación en montaña🤗. Por eso he preparado unas preguntas para que nos cuenten su opinión abiertamente y sin tapujos.

Opiniones de Guías de Montaña sobre Formación

Quiero agradecer el sí rotundo a los tres guías de montaña que sin pensarselo dos veces han querido colaborar en este artículo. Así que sin más dilación pasamos a conocer sus opiniones sobre las 5 preguntas que he preparado:

1. Desde tu experiencia como formador, ¿cómo podemos concienciar de la importancia del aprendizaje de técnicas y habilidades para el desarrollo de los deportes de montaña?
2. ¿Cuál sería el proceso lógico de aprendizaje para ir ganando compromiso en las actividades en montaña?
3. ¿Qué consejos le darías a alguien que esté considerando formarse en montaña y no sabe por dónde empezar?
4. ¿A dónde debemos acudir para recibir formación de calidad sin que lo más importante sea el dinero y se dé prioridad al aprendizaje y a la satisfacción del alumno o cliente?
5. ¿Cuáles son los cursos de formación que más demanda tienen?

Si bien es importante decirte que, de la misma manera que doy voz a los profesionales del sector, TÚ tienes la puerta abierta en los comentarios del post para participar de este debate y dejar tu punto de vista sobre este tema.

Pablo Velasco Fenoy

Soy Pablo Velasco Fenoy y llevo practicando los deportes de montaña desde principios de los 90. Me considero un Guía de Montaña integral y mi afición me ha llevado a formarme en todas las disciplinas que se pueden desarrollar dentro de este deporte: escalada, alpinismo, esquí, barrancos, ferratas, etc. Cuento con los títulos de Técnico Deportivo Superior en Escalada, Técnico Deportivo en Alta Montaña y Técnico Deportivo de Barrancos.

Mi trabajo profesional en la montaña comenzó a principios de la década de 2010. Desde 2016 soy Director del Programa de Tecnificación de Alpinismo de la Federación Madrileña de Montañismo que puse en marcha en 2017.

También compagino mi pasión por escalar, esquiar o recorrer crestas con la organización de carreras por montaña, llevamos X ediciones del circuito más importante que se realiza  en la Comunidad de Madrid.  También dispongo de una casa rural en el Pirineo Aragonés para disfrutarla con mi familia y con mis clientes. Actualmente soy profesor titular en el TD2 de escalada en Sputnik formación.

1. Es clave formarse para avanzar “rápido y bien”, antiguamente la formación era un proceso lento porque se aprendía a base de “ensayo y error” o bien porque ibas con compañeros de un club más experimentados o personas más mayores que sabían más que tú y te explicaban como se debían hacer las cosas “bien” pero muchas veces nos transmitían sus conocimientos que no eran los más óptimos para una buena ejecución técnica. En España la profesión de Guía se regula con un decreto en el año 2000 con lo que es una profesión muy reciente, todo lo anterior era formación que se hacía desde clubes o federaciones. Actualmente poder formarse con profesionales es ganar mucho tiempo en tu avance técnico en este deporte, evidentemente ganar mucha seguridad en la práctica deportiva y por tanto disfrutar antes de todo lo que rodea la montaña.

2. Muchos clientes quieren hacer muchos cursos seguidos para así terminar antes el proceso formativo, pero como en todas los deportes hay que tener tiempo para asentar la teoría con la práctica. Más cuando se trata de temas muy técnicos como la escalada, el esquí, etc.
   Un primer curso de iniciación a la escalada deportiva y un plazo de 3 a 6 meses para integrar todo lo que es el repertorio gestual, el manejo de cuerdas, mosquetones, asegurar correctamente, etc. es lo mínimo para ir después a disciplinas más complejas como la escalada de varios largos, escalada alpina con seguros flotantes y por último el alpinismo.

3. Hacer un primer curso de iniciación a aquella disciplina que le de curiosidad para aprender las técnicas básicas y cómo realizar la actividad con seguridad es prioritario. Después practicar, practicar y practicar… las personas más motivadas son las que mejor evolucionan, aunque sus aptitudes no sean las mejores, la motivación  y el “enganche” que crea la montaña es muy potente. Si además tienes algún amigo/a para  compartir estas experiencias a los que les interese aprender juntos… ya estás perdido porque no habrá nada más que te guste que ir al monte! Lo mejor de la montaña, escalada, esquí, alpinismo, o cualquier disciplina es que desde el que se inicia hasta el mayor experto, todos lo pueden disfrutar de igual manera, da igual la dificultad técnica o física, la montaña y los retos que nos proponemos siempre pueden estar adaptados y eso es una ventaja muy grande con respecto a otros deportes.

4. En el mercado actual hay mucha competencia, tanto para lo bueno como para lo malo. Hay clubes, federaciones, empresas, autónomos, piratas y aficionados… es difícil recomendar, por mi parte creo que el “boca a boca” funciona muy bien y si alguien te recomienda a un profesional con el que puedes tener un trato directo y puede adaptar la formación a tu experiencia… esa es la clave para que aproveches al máximo tu tiempo y dinero.

5. Generalmente las iniciaciones de escalada, alpinismo y skimo.
   Para los iniciados los cursos de autorescate en pared, escalada alpina en pared, alpinismo avanzado y escalada en hielo.
   

Iván Paredes Candil

Mi nombre es Iván Paredes Candil y soy técnico deportivo superior de escalada, guía AEGM, diplomado en magisterio. Actualmente, CEO de la empresa de formación y guías Climbing in Spain.

Además, soy un curioso y autodidacta empedernido de otras múltiples facetas. Leer, investigar y continuar siempre con el aprendizaje, es una constante fuente de motivación para mí y recientemente he finalizado un máster en dirección, gestión y dinamización cultural.

Mi dedicación profesional fundamental oscila entre formación y entrenamiento a deportistas y a técnicos deportivos (es decir, a los futuros profesionales del gremio) y el guiado en el ámbito de la montaña, en particular en la escalada en roca. Lo que, a su vez, compagino con otras facetas de gestión de instalaciones y programas, desde rocódromos hasta instalaciones deportivas de que abarcan otras disciplinas deportivas.

1. En primer lugar, y contextualizando la emergencia de la pregunta; entendemos que existe una creciente necesidad de una concienciación que en gran medida viene dada por el “pelotazo” o tendencia actual que han dado los deportes de montaña y con especial relevancia la escalada, tanto en su ámbito outdoor, como en el de indoor con la aparición de los rocódromos, proliferación de empresas de ocio y aventura, la inclusión de la escalada en los juegos olímpicos… El hecho es que cada vez existen más practicantes de este deporte, o adeptos a esta filosofía de vida, según a quien preguntes, pero el ritmo de crecimiento del deporte no está asociado a una formación de los profesionales y de los usuarios. Tampoco a una inversión logística correlativa descontando algunos casos contados de iniciativas privadas. Es decir, los recursos destinados al desarrollo del ámbito son insuficientes. Esto, naturalmente, tiene una repercusión en cada una de las áreas de nuestra disciplina. Por ejemplo, en el terreno del entrenamiento cada vez se observan más lesiones producidas por entrenamientos que no son muy respetuosos con los principios básicos de progresión, especificidad… que hacen que a veces caigamos en prácticas de entrenamiento menos seguras de lo deseado y por consiguiente proliferen lesiones en mayor medida. En el ámbito de la escalada en sus facetas más técnicas, las consecuencias son enormes y tan numerosas, que no podemos tratar aquí en toda su amplitud. Baste decir, que proliferan accidentes tanto en los rocódromos como en la roca, como consecuencia de la inexperiencia del usuario, el manejo inadecuado de ratios por ciertas empresas, el intrusismo laboral, el exceso de confianza que a veces depositamos en nuestro amigo/a el experto y en definitiva a un sinfín de variables. Frente a este panorama y con completa honestidad, considero que lo que tenemos por delante es un trabajo difícil, lo que acorde con mi punto de vista tampoco debería desanimarnos, porque no es imposible. Como docente vocacional que soy, creo firmemente en las cualidades transformadoras de la educación y en la responsabilidad que tenemos como formadores de las futuras generaciones de deportistas y de guías. Es en las aulas y en las rocas, allí donde estemos impartiendo formaciones de escalada, donde el rigor y el cariño que tenemos por nuestra profesión debe imponerse. Algo de apoyo proveniente de los sectores federativos y asociativos, movilizaciones desde educación, con planes que empiecen a instaurarse con personal profesional con experiencia y formación ajustadas a sus funciones, ayudaría a catalizar el proceso considerablemente. Porque hoy por hoy, en España, las voces de los técnicos implicados se escuchan como ecos en el desierto. La profesionalización del sector debe ir acompañada de una regulación de las condiciones labores y funciones del guía/formador, la adscripción a un convenio propio y sobre todo la divulgación de la necesidad de la profesionalización de un sector que tiene tanta precariedad como rotatividad laboral. Porque, sí, los guías o profesionales de los deportes como la escalada, aunque nos encante escalar, también pagamos facturas, y después de nuestras aventuras maravillosas y extenuantes acompañando a deportistas, volvemos a la realidad prosaica del día a día. Por lo tanto, también está en manos de las personas que contratan a guías, el cuidarles y darles el valor que se merecen, ya que se trata de una profesión que indiscutiblemente goza de mayor reconocimiento fuera de España.

2. Una progresión razonable, según mi criterio, sería la de una alternancia entre formaciones y actividades que podamos realizar de manera más autónoma. Para no caer en un estado demasiado acomodaticio, ni tampoco apresurarnos antes de acometer algo para lo que no estamos capacitados. Esto es fácilmente alcanzable consultando con tu propio guía o profe habitual que actividades, por su grado de compromiso o requerimientos técnicos, estamos capacitados para ir abordando a medida que vamos progresando en nuestra práctica. Una persona profesional sabrá administrar esas dosis que necesitamos de aventura, belleza, compromiso y seguridad con bastante precisión. Especialmente cuanto más nos conozca. En general, creo que es sensato quedarse corto en la progresión para que esta sea más segura, que llevarnos algún “sustillo”. Pero, en fin, creo que lo más importante es no dar nada por concluido. Continuar reciclándonos y formándonos siempre para poder disfrutar siempre más y con mayor seguridad de nuestras actividades en la montaña.

3. Si realmente no sabe por donde empezar y tiene ese gusanillo y esa curiosidad que nos hace movernos y asomarnos a las montañas, creo que como no se equivocaría es acudiendo a una persona profesional. Para mí, la excelencia profesional vendrá dada por una amplia formación y un rigor en la dedicación. También, suele ser deseable que tenga, además de un conocimiento técnico, habilidades para la enseñanza, empatía y escucha, lo que ayuda a acompañarnos en el proceso del aprendizaje del tipo que sea, pero que por la idiosincrasia del deporte en la montaña, los valores… cobra especial relevancia. No olvidemos que, al fin y al cabo, hacemos esto para disfrutar.

4. Creo que esto está íntimamente relacionado con la pregunta previa.  Deberían ante todo acudir a una persona profesional, que cumpla con un perfil de excelencia en su desempeño laboral. Quizá sea más fácil explicar donde seguro, nunca debería acudir. Y es, en términos generales, a actividades técnicas con ratios muy elevados, (normalmente se incrementan ratios para lograr una mayor rentabilidad económica de cada actividad, dejando completamente de lado la experiencia del usuario, o a veces hasta incluso la seguridad). Por lo tanto, conviene ser escéptico cuando menos frente a precios que estén “tirados”, ofertas Black Friday de la montaña… Una sesión de escalada por 50€, no da para cubrir los gastos de un profesional, simple y llanamente. Lo que nos tendremos que preguntar es, ¿de dónde están recortando los márgenes de beneficio? En el futuro, no me importaría que explorásemos en mayor profundidad los gastos derivados de una actividad de montaña guiada y los márgenes de beneficio que esto comporta para el guía. Así, probablemente, quedaría bastante más esclarecido este apartado y nos ayudaría a ser más selectivos en la elección de nuestros guías. Para que el guiaje sea sostenible, debe atender a unos mínimos.

5. Los cursos de formación que, según mi experiencia personal tienen mayor acogida, suelen ser los de iniciación a la escalada deportiva de un solo largo, donde predomina la enseñanza del aseguramiento, cómo escalar vías de primero y las maniobras esenciales para montar/limpiar descuelgues… A continuación, posiblemente empatados los cursos para aprender a realizar escalada de varios largos equipados y el de largos de autoprotección. Ambos, dependiendo del nivel y experiencia previa del deportista son cursos que tienen un enorme impacto en la autonomía de este. Tras estos cursos, suelen ser algo menos comunes, aunque igualmente importantes los de autorrescate, montaje de reuniones, o según las preferencias algunos más específicos, como monográficos de técnicas como la escalada en fisuras, rapel, tecnificación… Cómo decía al principio, la montaña y la escalada en particular son áreas de tal envergadura que tenemos todos mucho de lo que seguir aprendiendo y con áreas de mejora en las que seguir incidiendo, por lo que la oferta y opciones son mucho más amplias de las que aquí detallo. Muchas de las propuestas más enriquecedoras tienen que ver con salidas tutorizadas, en las que el deportista, va asumiendo responsabilidades de la mano del guía/formador, con quien puede aventurarse con más tranquilidad en aventuras de mayor envergadura.

José Carlos Fernández

Mi nombre es José Carlos, pero así solo me llama mi madre, Carlos para los amigos.

Soy Padre de familia y hago todo lo posible para que mi hija salga montañera y no futbolera o influencers (aunque la querré y apoyaré igual haga lo que haga).

Profesionalmente me dedico a la formación en escalada, crestas y vías ferratas, es dónde más tablas tengo… lo que mejor se me da desde el momento en el que me espabilé, allá por el 2011, coordinando y dando clases en los bloques específicos del antiguo Nivel I y Td II de escalada y barrancos de los técnicos deportivos de montaña y escalada en Aragón.

Actualmente sufro y disfruto (al mismo tiempo) lo que significa emprender cómo guía autónomo al más puro estilo juan palomo.  

No soy ninguna fiera escalando, pero vamos, tengo lo necesario para ayudar a personas decidas a disfrutar de su actividad con más confianza, sin cometer errores chungos de seguridad y entiendo el porqué de lo que están haciendo a nivel técnico.

1. Desde el miedo… no es coña. Aunque nuestro cerebro está programado para sobrevivir no es la mejor forma, está claro. Lo mejor es hablando desde los beneficios que se consiguen, de los resultados que se pueden llegar a alcanzar a corto, medio o largo plazo. Pero antes de esto hay que tener clara una cosa. Hay que saber hacia quien te estás dirigiendo. Me explico: No será lo mismo cuando lanzas un mensaje hacia alguien que se inicia que hacia alguien ya iniciado con menos o más experiencia. Una persona que se inicia tiene que saber que mientras más formada esté menos incertidumbre y más confianza va a tener porque va estar más segura de lo que hace. Pero lo que te acabo de decir no va a funcionar igual si esa persona ya se ha iniciado con amigos o de forma autodidacta. Seguramente estará más reacia a aprender, a formarse, porque ya “ha hecho sus pinitos”. Aquí el trabajo de concienciación tendrá que ser muy currado para que esa persona rompa una lanza en favor de la formación, del aprendizaje de manos de profesionales. Y es que aprender se aprende todos los días que sales al monte si estás abierto a ello, sin importar tu experiencia o nivel y quien niegue esto pues… Se lo tendría que ir a mirar.

2. Ufff buena pregunta Jacobo. Aunque parezca sencilla de responder no lo es ni por asomo. La verdad es que hay personas que buscan un resultado inmediato y no quieren pasar por un proceso asumiendo muchos más riesgos de los que deberían asumir cuando hacen montaña, escalada, ferratas o lo que sea. También pienso que no existe un mismo camino para todo el mundo, depende de muchos factores que interactúan entre ellos y que van desde lo personal a lo económico. En cuanto a lo personal me refiero a la vivencias, actitud y capacidades que esa persona tenga para el aprendizaje. Su nivel de motivación, confianza y autoestima, además de la edad, condición física y otros factores que me estaré dejando. De todas formas, sí que existen cómo unos ingredientes que no deberían de faltar en cualquier proceso de aprendizaje para ir avanzando en la actividad de montaña que se práctica. Ingredientes pues como…Toma de contacto con esa actividad, comenzar a vivir experiencias poniéndose en las manos de un profesional o saliendo con alguien cercano con experiencia y dos dedos de luces, alguien de confianza y con quien tengas claro que no te va a meter en ningún berenjenal porque si estas primeras tomas de contacto son negativa mal asunto. Otro ingrediente es la Formación de calidad y significativa. Y bueno aquí se abre un gran abanico de posibilidades y de procesos de enseñanza y aprendizaje en sí mismos porque se pueden plantear programas formativos con una continuidad y coherencia entre sesiones, salidas o cursos que se vayan realizando. Pero aquí hay algo muy importante que puntualizar: Por mucha formación que una persona reciba, si luego no existe una práctica sistemática por parte de ella, esos aprendizajes se van a ir perdiendo más rápido de lo que uno piensa. Entonces aquí aparece un nuevo ingrediente: que es la práctica desde la autonomía, mucha práctica para interiorizar y asentar todo lo que se va aprendiendo. Por practicar no me refiero a salir a escalar sin más, es salir a escalar (o lo que sea) con la intención de poner el foco en realizar tal o cual técnica de forma ordenada, de repasar una situación X aprendida en tal curso, practicar nudos, maniobras…. Es decir, saber separar una salida de puro disfrute y una salida en plan vamos a practicar…. Incluso muchas veces no hace falta salir de casa para practicar según qué cosas. Se aprende de las experiencias y errores propios y ajenos, de los que más saben y de los que menos también… la cuestión es estar en modo On y tener ese punto de humildad, de mentalidad abierta. 

3. El primer consejo que le daría es que no corra, que se lo tome con calma. De menos a más. Aunque parezca obvio, es importante que tenga claro hacia qué tipo de actividad quiere apuntar, si es más hacia el mundo de la escalada, el montañismo o alpinismo invernal o estival. Que busque un profesional con el que conecte y se sienta a gusto. Alguien que de verdad le escucha y que sepa plantearle unos objetivos específicos, realistas y coherentes con su nivel, necesidades y expectativas. También tiene la opción de acudir al club de montaña de su ciudad o localidad. Aunque son los menos, existen muchos clubes con itinerarios formativos muy bien desarrollados además de ser impartidos por técnicos deportivos de montaña. 

4. Pues que te voy a decir yo, puede sonar a oportunista, pero es que es así. Para recibir una formación de calidad, lo más personalizada posible, lo mejor es contactar con guías autónomos o con pequeñas empresas (incluso cooperativas) de guías. Sea uno u otros lo ideal es que trabajen con grupos reducidos, que no vayan a volumen.

5. En mi caso Crestas y Escalada en vías de largos (equipadas o sin equipar), también hay mucha demanda de formación para poder hacer, con más recursos y seguridad, ascensiones más técnicas en las que el uso puntual de la cuerda es imprescindible para no jugársela yendo a pelo. La iniciación a la escalada deportiva también ha tenido su boom, aunque en mi caso este año no ha sido tanto como en los dos últimos años. Y en menor medida cursos de auto rescate en escalada, que la verdad es algo que me llama la atención porque hay muchísimas cordadas haciendo vías de largos sin conocer los recursos básicos de seguridad (o sin saber realizarlos de forma correcta) para resolver los problemas más comunes que se pueden dar en pared.  

Conclusión Final

A la montaña no hay que tenerle miedo, simplemente hay que acercarse a ella sabiendo que entraña peligros si priorizamos la salud y la seguridad por encima de todo. Hasta los profesionales mejor preparados son incapaces de controlar aspectos como la meteorología o las condiciones del terreno.

Es en esos factores en los que más se incide en una buena formación en montaña. Seguridad, sensatez y asumir que no es un entorno seguro son las principales claves para poder disfrutar de las salidas en la naturaleza.

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