Actualizado el lunes, 15 julio, 2024
Aunque el término «scrambling» puede ser nuevo para algunos, esta modalidad deportiva ha ganado popularidad entre aquellos que buscan ir más allá del senderismo convencional. Los recorridos de scrambling varían en dificultad, desde rutas sencillas que cualquier aficionado puede intentar, hasta trayectos más complejos que requieren experiencia y un buen nivel de condición física. Este deporte se convierte en una excelente opción para quienes desean explorar montañas y paisajes escarpados sin la necesidad de un equipo especializado, pero con la emoción de enfrentar terrenos desafiantes.
En este artículo, te llevaré a través de los aspectos esenciales del scrambling. Así que, ¡prepárate para descubrirlo y llevar tus aventuras al siguiente nivel!
¿QUÉ ES EL SCRAMBLING?
Empezemos por el principio y debo decirte de dónde procede este término. Se trata de una palabra inglesa que proviene de «scramble» que significa mezcla. Por lo tanto el Scrambling es una mezcla de disciplinas que tenemos que emplear para alcanzar un objetivo. De esta manera tendrás que dominar diferentes técnicas para avanzar por el recorrido que decidas trazar.
Así pues el scrambling es una actividad deportiva que se practica al aire libre, en plena naturaleza. Más concretamente es un deporte de montaña que consiste en alcanzar una cima, pero sin seguir ninguna senda establecida. Eres tú mismo como senderista o montañero el que vas abriendo la ruta, vas iniciando el camino.
Esta particularidad convierte al scrambling en una modalidad más arriesgada, más exigente. Deriva del senderismo, pero añade un plus de dificultad. A su vez, la complejidad de la ruta puede llevarte únicamente a conocer nuevos senderos que sean fácilmente transitables para excursionistas con experiencia o bien otros escenarios en los que incluso tengas que ascender cimas como si estuvieras escalando sobre la roca.
GRADOS DE DIFICULTAD EN EL SCRAMBLING
Los grados de scrambling muestran el nivel de complejidad de la actividad, es decir, cuánto de dura es la ruta que se va abriendo. La norma más habitual es establecer tres grados: 1, 2 y 3, siendo el grado 1 el más cómodo.
Scrambling Grado 1
Las sendas que forman parte de este nivel de dificultad son largas y, aunque pueden resultar empinadas y rocosas (lo que lleva en ocasiones a usar las manos para ascender y mantener el equilibrio), están al alcance de senderistas experimentados.
No se necesitan grandes habilidades técnicas para completarlas. El scrambling para principiantes comienza con este tipo de aventuras. El único requisito es no tener miedo a las alturas y una condición física suficiente.
Scrambling Grado 2
En este punto aparecen algunos elementos de apoyo como las cuerdas, que ofrecen seguridad en secciones más expuestas y empinadas. Las vías de grado 2 están a medio camino entre trepar y escalar. Ya no es simplemente un camino que se recorre de manera más o menos cómoda, sino que hay que tener habilidades propias de montañero o escalador.
Scrambling Grado 3
El último grado de dificultad, el más peligroso. Se trata de una actividad muy cercana a la escalada.
La clave aquí es tener un buen conocimiento de los tramos a cubrir, saber usar cuerdas y estar lo suficientemente experimentado para no perder la calma en ningún momento. El estado físico es igualmente importante.
Una de las personas mejor preparadas para este tipo de scrambling es Kilian Jornet.
CONSEJOS BÁSICOS PARA PRACTICAR SCRAMBLING
Los grados de scrambling están determinados por expertos en montañismo como el British Mountaineering Council. Las montañas tienen distintos niveles de complejidad para ser superadas y en algunos tramos es necesario adquirir habilidades de escalador de roca.
Para comenzar con esta práctica es aconsejable haber hecho senderismo antes, una modalidad mucho más segura, pero no es necesario tener mucha experiencia, algo que sí ocurre con la escalada.
Al final, consiste en ir posando un pie después de otro y conocer el terreno que vas conquistando. La técnica es muy sencilla y es más importante saber orientarse, tener criterio y no dejarse guiar por los impulsos de querer avanzar de manera rápida.
¿Es necesaria la compra de material específico para practicar Scrambling?
Aunque hay material para scrambling, la realidad es que no es necesario equipamiento específico para esta modalidad, al menos para iniciarse en ella. Lo único fundamental son unas buenas botas de montaña con suficiente agarre, algo que tiene cualquier aficionado al senderismo. El material específico, como las botas de scrambling, no son tan apropiadas para caminar, así que la mejor elección pasa por calzado híbrido que resulte cómodo y ofrezca un buen agarre.
Una vez vayas adquiriendo nivel, sí podrás interesarte por un casco, arneses y cuerdas.
El scrambling es una modalidad que se practica más en verano, pero también puedes descubrirla en invierno. En esa época más fría, sí necesitarás elementos específicos como guantes técnicos, ropa de abrigo, un gorro y un kit de repuesto en la mochila. No obstante, si hay hielo y nieve en el suelo ya no es scrambling, sino senderismo de invierno.
¿Qué ocurre cuando no hay sendero?
El punto clave en el scrambling es cuando el sendero desaparece. Incluso si eres muy conocedor de la montaña y sigues al pie de la letra las indicaciones de guías y rutas ya marcadas es probable que la senda se pierda.
En esos casos las opciones pasan por buscar señales de otros montañistas: pisadas de crampones, si la roca está pulida, si hay alguna indicación… Además, no es solo cuestión de seguir las pistas, sino de tener sentido común y comprender que puede haber rutas o itinerarios que están fuera de tu alcance por condición física, por temor, por condiciones meteorológicas…
SCRAMBLING VS. BOULDERING
El scrambling es una actividad que está a medio camino entre el senderismo, el montañismo y la escalada. Ese carácter mixto es lo que lleva a mucha gente a confundirlo con otras como el bouldering.
El bouldering sí es escalada, pero no es una escalada al uso, sino que consiste en ascender rocas y bloques de piedra de pocas dimensiones, unos diez metros de altura como máximo.
En ese sentido sí guarda similitud con el scrambling, pues no es necesario material de escalada propio de la montaña. Las cuerdas y los clavos no son siempre necesarios, pero sí magnesio para agarrarse mejor a la piedra y unos pies de gato.
Una forma fácil de relacionar scrambling con bouldering es que en la primera sí hay que escalar algunos tramos que son propios del bouldering, pero es mucho más variada, no consiste únicamente en ascender pequeños tramos de roca.
La última gran diferencia es que los boulders se pueden escalar al aire libre y también en rocódromos. El scrambling es siempre una actividad en plena naturaleza.
Hasta aquí la información básica que responde a la pregunta de qué es el scrambling. En España sigue siendo una modalidad un poco desconocida, pero poco a poco va ganando adeptos. En ella se suman los atractivos propios del montañismo junto con el aliciente de conocer nuevos lugares y zonas de montaña.
Espero que te haya gustado el artículo y puedes dejar tu opinión en los comentarios. No olvides suscribirte al blog para no perderte las novedades.
2 respuestas
Ya le he puesto nombre a lo que me pasa cuando pierdo los senderos.
Muy buena currada como siempre.
Gracias por trasladarlo
Hola Ángel Iván,
Eres todo un scrambler.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo!!